Unas 250 personas se congregaron en Chiclana el sábado día 1 de octubre para celebrar la tradicional Fiesta del Patrón de los Veterinarios. Una velada que, como es habitual, transcurrió en un ambiente agradable y distendido, aunque también se vivieron momentos de especial emoción e intensidad en el seno del colectivo.
La programación comenzó con una misa en honor al patrón, San Francisco de Asís, oficiada por el párroco Ignacio Gaztelu, muy ligado a la profesión, ya que cursó los estudios de Veterinaria antes de ordenarse. Misa celebrada bajo un maravilloso cielo de atardecer en Sancti Petri.
A continuación, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios, Fidel Astudillo Navarro, se encargó de presidir los actos de homenajes y reconocimientos. Junto a él, el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana Valverde, la secretaria de la Junta de Gobierno del ICOV Cádiz, Cristina Velasco Bernal y el director general de Salud Pública de Castilla y León, componían la mesa presidencial. Vilaplana abrió el turno de intervenciones con un sincero agradecimiento a los presentes por su asistencia. El presidente de la institución reconoció la labor y dedicación de todos los veterinarios/as gaditanos/as en aras de la Salud Pública. Especial énfasis dedicó a los compañeros que este año han entrado en fase de jubilación. Les recordó el carácter vocacional de la profesión veterinaria y les animó a permanecer en contacto con quienes siempre serán sus colegas de trabajo.
Acto seguido, llegó el turno de los reconocimientos. El propio Vilaplana Valverde y los vocales de la Junta de Gobierno, Jesús Fernández Pascual, Lorenzo Macías Benítez y Mariano Vinuesa Silva fueron los encargados de entregar las insignias y diplomas, mientras Velasco Bernal daba lectura a los acuerdos de la Junta de Gobierno. Entre el público, representantes de las juntas de gobierno de los colegios profesionales sanitarios de la provincia, entidades relacionadas con la institución y, cómo no, colegiados y colegiadas, junto a sus acompañantes.
En primer lugar, se desarrolló el Acto de Bienvenida. De entre los veterinarios/as recién egresados y colegiados en este último ejercicio, asistieron Mª del Mar Bononato Fernández, Mª Victoria Funes Luque, Erin Bridget Pérez Nash, Carlos Román Domínguez y Jesús Manuel Rueda Torres. La veterinaria Bononato Fernández puso voz al juramento solemne de la profesión, en representación de todos sus nuevos compañeros gaditanos.
Después se hizo entrega de la Insignia de Plata, reconocimiento que la institución impone a quienes han cumplido 25 años en el ejercicio de la Veterinaria. Recogieron la insignia Montserrat Benítez Ortega, María Lourdes Damián Aguilar, Silvia Pilar Díaz-Bustamante Díaz, Agustín Fernández Reyes, María Ángeles Fontecilla Rodríguez, Mª del Carmen González Sigler, Isabel Leticia Joya Máñez, Amador López Cadenas, Miguel Ángel Lozano Romero, José Mª Montes de Oca Romero, Francisco Manuel Núñez Sánchez, Agustín Peña Carrascosa, Francisco José Pérez Escribano, Ángel María Ristori Sola, Francisco Javier Rodríguez López, José María Sánchez Ortiz, Mª Estefanía Sánchez Rodríguez, Jesús Valdés Merello y Manuel Vázquez Román. En representación de sus colegas, Agustín Fernández Reyes se mostró agradecido, orgulloso del trabajo realizado estos años y presumió de generación académica, habida cuenta del número y nivel profesional alcanzado por quienes empezaron en la Veterinaria hace ahora un cuarto de siglo.
También tuvo palabras de reconocimiento hacia sus compañeros y, en especial, hacia la labor realizada en estos años por los miembros de la Junta de Gobierno, el colegiado José Mª Romero Cabrera. Este veterinario, junto a Ángel Jiménez Caballero y Pedro Martín Rasillo acaban de comenzar su “merecida jubilación”, tal y como describieron los presentes su nueva situación. Como símbolo de agradecimiento por su brillantez y dedicación durante toda su carrera profesional, recibieron la Insignia de Oro del ICOV Cádiz.
Debía ser conmovedor, y así fue, el homenaje póstumo al veterinario José Antonio Conejo Díaz, quien fue subdirector de Protección de la Salud de la Junta de Andalucía. El Colegio de Veterinarios de Cádiz quería reconocer su labor desde la administración pública a favor de la Salud Pública y la Veterinaria, pero, sobre todo, su personalidad “comprometida, seria, y a la vez sensible, un hombre especial, un profesional genuino, congruente y de rigor infinito”, a juicio de la Junta de Gobierno. Para hablar de su persona, tomó la palabra Agustín Álvarez Nogal. Se dirigió al público como “veterinario y amigo” del fallecido. En su cercano discurso, comentó dos aspectos de Conejo Díaz por muchos quizá desconocidos: uno, el profesional, sobre su reconocida reputación en toda España. Destacó que eran común que, en reuniones de trabajo, las mas altas autoridades de la salud publica de España reconocieran en público el alto nivel profesional de José Antonio; y el otro, el carácter personal cercano y divertido, algo que ilustró narrando a los presentes varias anécdotas que dejaron bien patente este aspecto entre los asistentes.
Tras esta intervención, se proyectó un vídeo con momentos compartidos con José Antonio, capaz de emocionar a los presentes, tanto a quienes lo conocieron, como a los que no.
Después, su hija mayor, Ana Conejo, presente entre el público junto a su madre y hermanas, recogió en nombre de la familia una placa honorífica de manos de Vilaplana y Astudillo, acompañados de Jesús Fernández, amigo personal del fallecido y principal promotor de este homenaje póstumo.
“José Antonio ha sido un referente en todos los ámbitos de trabajo a los que su labor y vida profesional le han llevado. Su aptitud decidida y clara en cuanto a las necesidades y requerimientos de la sociedad fueron siempre su prioridad. Si en el ámbito de la seguridad alimentaria se ha perdido a un auténtico representante de los nuevos tiempos, mucho más se ha perdido en el ámbito personal. José Antonio era una persona que deja una imborrable huella en todos los que por razones laborales o de amistad hemos tenido la suerte de compartir con él avatares y vivencias”, ha expresado el ICOV Cádiz.
Cerró el acto el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios, Fidel Astudillo Navarro. En su discurso final, tuvo palabras de reconocimiento a la Junta Directiva el ICOV Cádiz por la invitación y por el trabajo realizado. Además, reiteró sus sus mejores deseos para todos los veterinarios homenajeados y para la propia institución veterinaria.
Tras los actos de homenaje, llegó el momento de convivencia con un aperitivo y una agradable cena. Durante los postres, se sortearon regalos entre los colegiados. El sorteo se realizó mediante una aplicación móvil creada al efecto.
La fiesta terminó al ritmo marcado por un grupo musical y sus versiones de grandes éxitos de las últimas décadas.

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