Campylobacter, la bacteria discreta’ es el título de una nueva publicación dedicada al patógeno causante del mayor número de intoxicaciones alimentarias en la Unión Europea. La obra, editada por Betelgeux y que se presentará el próximo mes de octubre, reúne aspectos sobre incidencia, control y mejora de la seguridad frente a Campylobacter spp, informa Restauración Colectiva.
En la redacción del libro han participado siete expertos especializados en diferentes áreas, abordando los temas de mayor relevancia en relación a la seguridad alimentaria y el control de Campylobacter spp.: estrategias de control en industrias alimentarias, estrategias de control en distribución y consumidor final, incidencia creciente y características del patógeno, alimentos implicados, biofilms, supervivencia y detección del patógeno, presencia en aves y otros alimentos, y aspectos normativos y status legal actual. Los autores son Alma Milvaques, Enrique Orihuel, Manuel Sanz, Ramón Berto, Juan José Canet, Fernando Lorenzo y Alfredo Corujo.
UNA DE LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES DIARREICAS DE TRANSMISIÓN ALIMENTARIA
Según se explica en la obra hoy en día se considera la campilobacteriosis como una enfermedad o infección transmisible de manera natural entre los animales y las personas, directa o indirectamente. La Campylobacter spp. es responsable de un importante porcentaje de casos de enfermedad alimentaria a nivel mundial, tal como queda de manifiesto en algunos estudios sobre la incidencia de este patógeno.
La mayor parte de los casos de campilobacteriosis están asociados al consumo de alimentos, principalmente carne de aves, por lo que esta bacteria representa un problema de seguridad alimentaria de primer orden así como una carga considerable sobre los recursos económicos y de salud pública de los diferentes países.
Según los informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, (EFSA 2011) (AESAN 2012) Campylobacter spp. es el patógeno de transmisión alimentaria responsable de un mayor número de casos de enfermedades relacionadas con el consumo de alimentos desde el año 2005.
En la Unión Europea, la tasa anual de notificación de campylobacteriosis pasó de 43,9 casos por 100.000 habitantes en 2008 a 45,6 casos por 100.000 habitantes en 2009 y a 48,6 casos por 100.000 habitantes en 2010, lo que supuso en este último año un total de 212.064 casos y 220.209 casos en 2011. Estos valores muestran una tendencia creciente en el periodo comprendido entre 2006 y 2011 y son la parte visible de un problema que puede afectar anualmente en la Unión Europea a entre 2 y 20 millones de personas (EFSA 2010a).
La Organización Mundial de la Salud (OMS 2011) considera además que, a nivel mundial, Campylobacter es una de las principales causas de las enfermedades diarreicas de transmisión alimentaria del ser humano y la bacteria más común causante de gastroenteritis en el mundo.
Campylobacter provoca más casos de diarrea que la Salmonella transmitida por los alimentos. Además, debido a su elevada incidencia, así como a la duración y posibles secuelas de la enfermedad, las infecciones por Campylobacter tienen gran importancia desde una perspectiva socioeconómica.
En España se notificaron en el año 2010 un total de 6.340 casos confirmados de campilobacteriosis, lo que supone un ratio anual de incidencia de 15,14 casos por cada 100.000 habitantes (EFSA 2012).
A diferencia de lo que ocurre con otros microorganismos patógenos asociados al consumo de alimentos, como es el caso de Salmonella, Campylobacter no forma parte del vocabulario popular ni tampoco aparece regularmente en los medios de comunicación, a pesar de que su presencia es muy notable en los recuentos epidemiológicos y de que es una de las bacterias responsables del mayor número de infecciones originadas por alimentos.
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