La Junta Interterritorial de Consejos Autonómicos de Colegios Veterinarios abordó el pasado 16 de diciembre el control de antimicrobianos en ganadería cuyo uso en España es el más elevado de los países de Europa. Para ello contó con la presencia de la jefa del Departamento de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), Consuelo Rubio Montejano, quien explicó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos que contempla una serie de actividades de concienciación a la sociedad en general y los profesionales implicados en particular, de los riesgos asociados al uso indebido de los antibióticos, así como hacer un llamamiento al consumo responsable de éstos.
Los presidentes abrieron una reflexión sobre el papel de los profesionales y su responsabilidad en los programas de antibiorresistencia y se destacó la necesidad de la implicación de los colegios profesionales al respecto. En este sentido, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, Fidel Astudillo, puso de relieve la importancia de la receta electrónica en el control de prescripción de antibióticos. En Andalucía, RECEVET, la primera plataforma de receta electrónica que se ha puesto en marcha en España, lleva un año de funcionamiento con cerca de 70.000 recetas expedidas.
INFORME ESVAC
Según el último informe de la AEMPS España se sitúa a la cabeza del consumo de antibióticos veterinarios con 418,8 mg/PCU*, lo que supone un incremento del 25% desde 2011. En el resto de países que participaron en el estudio se produjo, durante el mismo periodo, una disminución general en las ventas del 12%. El estudio ESVAC, recoge los datos de venta de antimicrobianos de uso veterinario en Europa durante el año 2014.
El informe ESVAC se centra en los animales de producción: bovino, porcino, aves, ovino, caprino, peces y caballos; aunque también muestra datos del consumo de antimicrobianos en comprimidos, utilizados en los animales de compañía.
El estudio muestra una gran diferencia entre los 3,1 mg/PCU consumidos en Noruega y los 418,18 mg/PCU consumidos en España.
Según el estudio, los antimicrobianos más consumidos en 2014 en el conjunto de los 29 países participantes fueron tetraciclinas (33,4%), penicilinas (25,5%) y sulfonamidas (11,0%). En relación con los agentes antimicrobianos de “importancia crítica” para los seres humanos según la OMS, las ventas en animales de producción fueron cefalosporinas de 3ª y 4ª generación (0,2%), fluoroquinolonas (1.9 %) y macrólidos (7,5%). Las ventas de polimixinas supusieron el 6,6% del total de ventas, representando la colistina más del 99% de las ventas de las polimixinas.
En todo el mundo existe una gran preocupación acerca del rápido aumento y de la diseminación de la resistencia a antibióticos y la escasez de nuevos antibióticos alternativos eficaces. Las mayores agencias mundiales de salud tales como la OMS, el ECDC y el CDC consideran la resistencia a antibióticos como una de sus mayores prioridades de salud. Concretamente la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) insta a vigilar e investigar más el uso de antibióticos en las explotaciones ganaderas ante el aumento de la resistencia a esos y otros antimicrobianos.
En un informe presentado durante la semana mundial de concienciación sobre el uso de los antibióticos, la agencia aseguró que el conocimiento científico sobre la cuestión es muy limitado a pesar de que ya se describió por primera vez la resistencia a los antimicrobianos en 1940.
Cada vez se tiene mayor evidencia, no obstante, de que dicha resistencia la transmiten los sistemas alimentarios y especialmente la ganadería, sector que representará dos tercios del crecimiento futuro del uso de esos fármacos ante el mayor aumento del consumo de productos animales.
Según el estudio de la FAO sobre los riesgos en la producción pecuaria, esa resistencia -una de las mayores amenazas actuales para la salud mundial y la seguridad alimentaria- es un proceso natural para las bacterias, pero muy poco frecuente en las muestras clínicas previas a la introducción de los antibióticos.
|